27.3.12

Dinosaurios "más allá del hielo"

No, no se trata de dinosaurios encerrados en el permafrost que vuelven a la vida tras una explosión nuclear (aunque no se descarta que ésta sea una de las próximas entradas). 
"Más allá del hielo" de Douglas Preston y Lincoln Child no va de dinosaurios, si no de las peripecias del grupo contratado para la recogida de un meteorito en una isla chilena cerca de la Antártida. En este caso, los dinosaurios sirven para caracterizar al personaje central de la novela, Palmer Lloyd un millonario excéntrico y obsesivo. Y, claro está, si queremos construir este personaje, que mejor que presentarlo como un coleccionista compulsivo de cosas tan inútiles como (entre otros) dinosaurios.

"un hombre de unos sesenta años, un personaje llamativo y de presencia no sólo notable, si no abrumadora. Llevaba el cráneo afeitado, y barba oscura en punta. Su poderosa osamenta servía de percha a un traje de Valentino, un traje de seda azul marino que al moverse brillaba un poco. La camisa era de Turnbull Asser, de un blanco sin concesiones, y estaba abierta por el cuello, con corbata estrecha y, a guisa de pasador, un ámbar del tamaño de un puño, que contenía la única pluma de Archaeopteryx encontrada en todo el mundo." 

No se puede ser más excéntrico… o si?. La novela arranca con nuestro personaje a punto de adquirir una pieza más para el Museo de Historia Natural que está montando en Nueva York:

"La caja contenía un diente marrón y curvo, sobre fondo de raso blanco. La pieza tenía unos veinte centímetros de longitud, y el borde interno de sierra. 
El director carraspeó. -El remitente del lote número uno, único del día, es la nación navajo, en régimen de fideicomiso con el gobierno de Estados Unidos. 
Miró a los presentes. -El lote es un fósil. Un fósil muy especial.  
Consultó la tarjeta-. En 1996, Wilson Atcitty, pastor navajo, perdió unas cuantas ovejas en los montes Lukachukai, cerca de la frontera entre Arizona y Nuevo México. Durante la búsqueda encontró un hueso grande que sobresalía de una pared de arenisca, en un cañón muy apartado. A esta capa de arenisca los geólogos la llaman Formación de Hell Creek, y se remonta al cretácico. Al enterarse, el Museo de Historia Natural de Alburquerque hizo un trato con la nación navajo y empezó a excavar el esqueleto. A medida que avanzaban las excavaciones, fueron dándose cuenta de que no había uno sino dos esqueletos entrelazados: un Tyrannosaurus rex y un Triceratops. El tiranosaurio tenía clavadas las mandíbulas en el cuello del triceratops, justo debajo de la cresta, decapitando o casi de un feroz mordisco al animal. Por su parte, el triceratops había clavado el cuerno central en el pecho del tiranosaurio. Los dos animales murieron juntos, en un abrazo mortal. 
Carraspeó. -Ya tengo ganas de ver la película." 

El fósil de la subasta es un extraño pastiche entre el Tyrannosaurus Sue (por la parte de los Navajo); los dinosaurios luchadores de Mongolia; y los dueling dinosaurs (la lucha entre un tiranosaurio y un triceratops) emblemáticas del Natural History Museum of Los Angeles County.

Acaba aquí la presencia de dinosaurios en "Más allá del hielo". El resto de la historia del rescate del meteorito de Isla Desolación (sin pretensiones y con curiosos bandazos argumentales) tendréis que leerlo en otro sitio…..

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